Queridos amantes del chocolate blanco y de los dulces muy dulces, os presento el buttercream de chocolate blanco. Como ya he dicho, es la cobertura perfecta para todo aquél que ame incondicionalmente el chocolate blanco y todo aquello que sea extremadamente dulce.
Como todo buttercream, este necesita paciencia e insistencia pero todo ello queda recompensado mientras te relames y rebañas el bol de este delicioso frosting. Por cierto: normalmente se hace con las varillas eléctricas o con el robot de cocina, es bastante difícil conseguir hacer un buttercream a mano, acabaréis con agujetas durante una semana y aún así no conseguiréis la textura. Vayamos con la receta:
INGREDIENTES:
- 250g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
- 250g de azúcar glass o extrafino*
- 1 cucharada de leche semidesnatada
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 100g de chocolate blanco
*Es importante que el azúcar sea extrafino porque sino lo notaremos al comerlo y masticar azúcar es algo un poco desagradable.
PREPARACIÓN:
En primer lugar derretimos el chocolate blanco al baño maría o con pequeños golpes de calor en el microondas, en mi caso lo hice al baño maría. Una vez desecho reservamos y lo dejamos enfriar con cuidado de que no se endurezca de nuevo.
En un bol ponemos la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente, y batimos hasta que tenga una textura suave. Añadimos el azúcar glass gradualmente y batimos a velocidad baja, que sino llenaremos la cocina de azúcar. Cuando estén bien mezclados la mantequilla y el azúcar, añadimos la leche y el extracto de vainilla. Lo batimos todo durante 5 minutos a velocidad media-alta y veremos que el buttercream estará esponjoso. Ahí añadimos el chocolate blanco frío o casi frío y volvemos a batir durante unos 2 minutos hasta que veamos que el la mezcla tiene la consistencia deseada.
Se le puede dar un toque de color a la mezcla añadiendo colorante en pasta o colorante líquido. En mi caso lo dejé con el color natural.
Rellenar vuestra manga pastelera o armaos con vuestras espátulas y ¡a decorar! Si no vais a usarlo de inmediato podéis cubrirlo con un film de plástico para evitar que se seque. El buttercream se puede conservar fuera de la nevera perfectamente, a no ser que estemos en pleno verano y vuestra casa parezca un horno.
Así quedaron mis cupcakes decorados con buttercream de chocolate blanco. Mmmh... En este caso utilicé el buttercream para unos cupcakes de fresas. Podréis encontrar la receta pinchando aquí.
Nos leemos pronto,
Noelia, xx.